domingo, 21 de março de 2010

Claude Monet

París, 1840 - Giverny, 1926

Claude Monet, el líder indiscutible de los impresionistas, pasó su infancia en El Havre, donde comenzó a pintar paisajes de la costa normanda junto a Eugène Boudin y Johan Jongkind. Tras un breve período de aprendizaje en la Académie Suisse de París, se dedicó a la pintura al aire libre de forma autodidacta, intentando estudiar los efectos de la luz y el tiempo sobre la naturaleza.
Fueron él y Auguste Renoir quienes primero utilizaron la pincelada suelta propia del impresionismo. Su obra, Impresión, salida de sol, presentada en la primera exposición impresionista de 1874, sería la que daría nombre a este estilo. De 1872 a 1878, el artista se instaló con su familia en Argenteuil. Durante esos años, esta localidad a orillas del Sena se convirtió en una especie de centro del impresionismo, en donde trabajaban, además de Monet, Pissarro, Sisley, Renoir y Manet, entre otros. De 1878 a 1881, Monet, junto a su mujer Camille y su hijo Jean, residen en Vétheuil, donde moriría su mujer. En esta población, mucho más tranquila y rural que Argenteuil, Monet desarrolló una enorme productividad y, a diferencia del período anterior, se centró en la belleza de la naturaleza y en la captación de paisajes solitarios sin ninguna evidencia de vida humana. Fue allí donde Monet comenzó a pintar sus series en las que repetía temas similares bajo condiciones atmosféricas cambiantes.
En 1883, se recluyó en Giverny, al noroeste de París, junto a Alice Hoschedé (viuda del coleccionista del impresionismo, Ernest Hoschedé) y los hijos de ambos, donde transcurrieron juntos el resto de su vida. Allí pintó la serie de las Nympheas, en la que repitió sistemáticamente el motivo del estanque de nenúfares de su jardín. En esos años, sus pinceladas se hicieron todavía más sueltas y libres, acercándose a la pintura abstracta.

Sem comentários:

Enviar um comentário